En el experimento participaron 115 personas, de entre 19 y 64 años, que llevaban sin hogar durante al menos seis meses.
50 personas fueron elegidas al azar para recibir $7,500 en efectivo, mientras que los demás formaron un grupo de control que no recibió dinero alguno.
“No tenía expectativas y muchas esperanzas", dijo Claire Williams, una de las personas encargadas del proyecto.
Mucha gente pensaba que no tenía mucho sentido. ¿$7,500 a un vagabundo? ¡Si se lo gastará en drogas, alcohol o apuestas! ¿Qué sentido tiene?