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La fuerza 'invisible' detrás del apoyo incorruptible de EE.UU. a Israel
Ambas naciones han mantenido relaciones prácticamente incondicionales, pese a los desacuerdos, que se evidenciaron durante los bombardeos a las instalaciones nucleares de Irán.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró este lunes durante su encuentro con el presidente de EE.UU., Donald Trump, que un Estado palestino independiente representaría una amenaza para la soberanía de su país y que sería una solución poco realista.
Por su parte, el mandatario estadounidense destacó que las negociaciones para poner fin a las atrocidades en la Franja de Gaza están progresando. Esto, a pesar de que las dos rondas de diálogos indirectos entre las delegaciones de Tel Aviv y Hamás concluyeron sin avances en Catar.
Ambas naciones han mantenido relaciones que parecen incorruptibles, pese a los desacuerdos. El bombardeo estadounidense a las instalaciones nucleares de Irán ha puesto de manifiesto, una vez más, la estrecha alianza que existe entre Washington y Tel Aviv. Este respaldo político prácticamente incondicional no es producto de un impulso coyuntural, sino el resultado de décadas de articulación política, lobby legislativo e intereses interrelacionados.
El propio Netanyahu ha admitido sin tapujos que su país había logrado promover leyes en la mayoría de los estados de EE.UU. que establecen medidas enérgicas contra quien intente boicotear a Israel.
Uno de los actores más visibles en este proceso es el Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos – Israel, conocido como AIPAC. Con sede en Washington y casi 400 empleados, ha sabido moldear el discurso político en torno al país hebreo dentro del Congreso, garantizando apoyo militar, ayuda económica y blindaje diplomático.
"Todos destinados a la política exterior de Israel"
Adicionalmente, los expertos señalan que los tentáculos de Israel llegan a la clase política estadounidense, sobre todo, gracias a la financiación de campañas electorales. "Les financia sus campañas directamente, lo cual establece que no importa quien llegue a la presidencia en la Casa Blanca o llegue al Congreso. Van a estar todos destinados a la política exterior de Israel", enfatizó Abu Faisal Sergio Tapia, director del Consejo Internacional GeoPolitico sobre Asia Occidental en Sao Paulo.
Según un informe publicado por AIPAC, "en las elecciones de 2024, gastaron 53 millones de dólares para apoyar a candidatos, tanto demócratas como republicanos", con el fin de "fortalecer el apoyo a Israel dentro del Congreso estadounidense". Además, en datos resaltados por Abu Faisal, EE.UU. le ha otorgado a Israel más de 300.000 millones de dólares en las últimas siete décadas "para mantener una política de agresión perpetua".
¿Alianza o sometimiento?
Para arrojar luz sobre las donaciones de AIPAC se han puesto en marcha páginas web, como AIPAC 'Tracker', que monitorean lo que percibe cada candidato. En este contexto, algunos políticos comienzan a alejarse públicamente de las donaciones de grupos de influencia israelí, como son los casos del republicano Thomas Massie o de la demócrata Alexandria Ocasio Cortez.
Lo cierto es que la constante influencia de Tel Aviv y de sus lobbies ha cristalizado en acciones concretas. Por ejemplo, en 2016, EE.UU. firmó un memorando de entendimiento de 10 años con Israel, comprometiéndose a proporcionar 38.000 millones de dólares en ayuda militar, el mayor paquete de este tipo en la historia del país. Por otro lado, en 2017, Washington reconoció oficialmente a Jerusalén como capital de Israel, mientras que, en mayo de 2018, la Administración Trump se retiró del acuerdo nuclear con Irán.
El último capítulo de lo que unos llaman alianza y otros califican como sometimiento, fueron los bombardeos estadounidenses a las instalaciones nucleares de Irán.
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