El presidente de EE.UU., Donald Trump, explicó este miércoles por qué ahora utilizan una estrategia diferente para detener el arribo de drogas a su país, con misiles en contra de lanchas como han hecho recientemente en el Caribe.
En una conferencia desde la Oficina Oval de la Casa Blanca, en Washington D.C., le preguntaron por qué la Guardia Costera no intercepta los barcos de manera que "se pueda confirmar quién está a bordo" e incautar la mercancía.
BREAKING: President Trump remains firm that strikes on cartel boats will continue pic.twitter.com/HC4bT70y9a
— Florida’s Voice (@FLVoiceNews) October 15, 2025
"Porque llevamos 30 años haciéndolo y ha sido totalmente ineficaz. Tienen barcos más rápidos, en serio, algunos de estos barcos son de clase mundial. Son muy rápidos, pero no tan rápidos como los misiles", afirmó.
En compañía de otras autoridades estadounidenses, como la fiscal general, Pamela 'Pam' Bondi, aseguró que lo han intentado "por años" sin éxito. "El 25-30 % de la droga viene por mar. Ahora me atrevo a decir que nada llega por el mar", apuntó.
En ese sentido, resaltó que gracias a los ataques aéreos que han realizado sobre lanchas que supuestamente transportaban drogas, han paralizado ese tráfico y ahora sopesan llevar sus acciones a la tierra.
"Lo hemos detenido por mar, ahora lo detendremos por tierra", aseguró el mandatario.
Agresión de EE.UU. en el Caribe
Actualmente, Washington realiza acciones militares y bombardeos en aguas cercanas al territorio venezolano con el argumento —sin sustento ni pruebas— de combatir a los cárteles del narcotráfico. Caracas ha calificado esas acciones de "agresión" y ha cuestionado la verdadera razón de los operativos. Además, el pasado mes de agosto, EE.UU. desplegó un amplio contingente militar en la zona.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sostiene que su país es víctima de "una guerra multiforme" orquestada desde EE.UU. El Estado venezolano, ha reiterado, está siendo objeto de una "agresión armada para imponer un cambio de régimen" y un Gobierno "títere", a fin de "robarle el petróleo, el gas, el oro y todos los recursos naturales".
Muchos líderes mundiales y regionales han considerado también que no existe evidencia alguna que sirva de base a la acusación estadounidense contra el mandatario.