El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, mantuvo una llamada telefónica con el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio.
La semana pasada, tras una conversación telefónica con el líder ruso Vladímir Putin, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció una cumbre en Budapest con el fin de buscar una solución al conflicto ucraniano.
Previamente, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que hay "mucha tarea" que hacer previo a la cita. "Habrá que trabajar entre los ministerios de Exteriores" para ver si se invita a Ucrania, quién representará a Europa y si se firmará algún documento, explicó.
El viernes pasado, Trump se reunió con Vladímir Zelenski en la Casa Blanca y le instó a que considere las condiciones propuestas por Moscú para alcanzar un acuerdo de paz. También dejó claro que no está dispuesto a enviar "todas" las armas a Kiev a costa de los intereses nacionales.
Además, el mandatario estadounidense sugirió que las fuerzas de Rusia y Ucrania deberían detenerse en la línea de batalla donde están actualmente y luego negociar la división de la región del Donbass entre ambas naciones.
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