Liberado de la cárcel y rehabilitado para ser el rival de Bolsonaro en las elecciones de 2022, en su primer acto público Lula se presentó como el candidato del orden y el progreso, la moderación y la gestión, el centro y la ciencia ante la devastación del Covid-19 y la incompetencia administrativa y sanitaria del gobierno: un Joe Biden que puede derrotar al presidente brasileño admirador Donald Trump